Todas las miradas están puestas sobre Fernando Alonso a poco más de dos semanas de que arranque la temporada en Barhéin, no solo porque la ilusión despertada con la presentación del AMR23 sea máxima o por la sonada profecía con el número 33, sino también por cómo será la convivencia con su nuevo compañero en Aston Martin, Lance Stroll, tras sus problemas con Alpine y Esteban Ocon.

El asturiano protagonizó varios desencuentros con la escudería francesa en los compases finales del pasado Mundial, visiblemente molesto y resignado por la falta de fiabilidad del monoplaza, lo que le impidió sumar más puntos e incluso subirse al podio en algunas carreras.

Algo parecido le ocurrió con el galo, que siempre se mostró más agresivo de la cuenta sobre la pista cuando le tocaba medirse ante el bicampeón. Lo ocurrido en Interlagos, cuando durante el sprint de clasificación se tocaron hasta en dos ocasiones mientras Ocon trataba de impedir el adelantamiento de Alonso, la última con consecuencias fatales para ambos: el español tuvo que cambiar el alerón y el francés terminó viendo su coche arder.

"Ya me da la risa, estando el 15 y el 18, muy divertido", dijo entonces Fernando sobre el incidente, y explicó que "pasó lo que suele pasar siempre que salimos juntos. El año pasado lo vi pasar varias veces. Este año casi me lleva contra el muro en Yeda, en Hungría y ahora aquí".

Las bromas con Stroll

Con este precedente, el asturiano no esperó si quiera a que terminase la carrera en Abu Dabi para trasladarse a Aston Martin, nuevo abandono mediante. En la escudería británica deberá compartir garaje con Lance Stroll, hijo del dueño de su nuevo equipo, Lawrence Stroll, que ya dejó algunas acciones controvertidas cuando Sebastian Vettel aún era su compañero.

Con Alonso parece que la relación va de momento por buen camino, como ambos mostraron mientras daban al mundo a conocer la innovadora apuesta del equipo de Silverstone. Allí bromearon y se 'picaron' mutuamente con una 'batalla' que comenzó el canadiense.

"Recuerdo cuando luchaba por títulos contra Schumacher y no voy a mentir, yo apoyaba a Schumacher", dijo el norteamericano antes ponerse serio para apuntar que "es increíble verle tan motivado" y asegurar que "es emocionante" su aterrizaje en Aston Martin. "Yo recuerdo levantarme con cinco o seis años en Canadá para ver sus carreras", confesó.

Poco después, el asturiano tuvo oportunidad de 'devolvérsela' a su compañero cuando Lawrence Stroll preguntó a un niño entre el público quién era su ídolo y este aseguró que Fernando Alonso. Entonces, el bicampeón del mundo se dirigió al pequeño con el pulgar en alto y después se giró hacia Lance para hacerle un significativo gesto: se llevó un dedo hacia el ojo, como diciéndole '¿ves?', mientras ambos sonreían.

Alonso: "Estoy impaciente por empezar"

La motivación del piloto español está por las nubes desde su llegada a Aston Martin, tanto que "estoy impaciente por empezar", reconoció después de alabar a su equipo, que tiene "ambición, inversión y talento... una buena receta para el éxito". "Espero que este llegue lo antes posible", deseó.

Sobre su nuevo monoplaza, Alonso apuntó que "tiene un aspecto increíblemente cuidado y es muy eficiente", y dejó claro que "nunca seremos felices siendo cuartos, terceros o segundos". En este sentido, el asturiano señaló que "puede que no ganemos inmediatamente", pero lo más importante es "asegurarnos que la base es buena para el futuro".